La corrupción es el comportamiento deshonesto de las personas que están en el poder. Para el tema de los recursos hídricos y medio ambiente, son las personas vinculadas a la regulación y administración del agua y medio ambiente. La corrupción puede involucrar o no un soborno ("coima"), pero siempre requiere de una persona con actitud perceptiva de la corrupción, es decir de alguien que se quiere corromper; y de un corrupto, que es alguien que quiere corromper.
Este artículo también forma parte de nuestra serie: "no escribimos para hacer amigos.... sino para mejorar la manera de hacer evaluaciones". Si habían leído notas anteriores, disfrutarán una vez más de nuestro apreciado crítico estilo.
No se puede escribir, y pretender que nos lean, si es que lo escribimos no es de su interés. En serio, este tipo de artículos son más virales que nuestros tutoriales de Python. Quisiéramos que tuvieran los últimos sean mas relevantes, pero vivimos en una sociedad de consumo dominado por las redes sociales.
La corrupción en nuestros tiempos
La corrupción es parte de nuestra vida, y día a día estamos involucrados con ella. La corrupción es muy democrática por que ocurre en todos los niveles, para tanto en la madre de familia que le compra un "regalito" a un profesor, como en un primer ministro que tiene una "offshore" en Panama. Ya que la corrupción está relacionada al poder, en recursos hídricos mucho está asociada a un "orden" que explicaremos en este artículo.
Desde un principio el manejo de los recursos hídricos no fue un tema de igualdad, sino trofeo de quien ostentaba el poder. En tiempos actuales, los recursos hídricos junto con los más recientes temas ambientales siguen siendo un tema de poder, pero el poder distribuido en varios actores, tantos como lo indica los principios de la Gestión Integrada de Recursos Hídricos y la Gestión Ambiental.
Entonces el tema del "orden" ya no es un tema de orden, sino de desorden. Donde lo único que está organizado es la desorganización. Y la corrupción vive allí, en los vicios del poder, en la falta de valores, en la carencia de un proyecto de país... incluso vive mucho en las esperanzas, o en la falta de esperanza que un orden pueda ser alcanzado y que vivamos en una sociedad decente.
Los principales factores
Se pueden escribir tesis de corrupción, y poner estadísticas. Nosotros ahora vamos a mencionar los principales factores que a nuestro parecer influyen en la corrupción en recursos hídricos y medio ambiente.
1. La ganas de legislar todo
El estado elefante, el estado mamut, las normas y las nuevas normas. Como se diría en aleman "Die Eigentum", es aquello donde el estado no está en favor del ciudadano, sino en favor del estado, donde el estado quiere ser protagonista de todo. Legislar sin tener presente a la persona es como dar la misa antes del Concilio Vaticano Segundo: en latín y de espaldas al pueblo.
Hay legislación que se necesita hacer, es cierto, pero hay que hacer que esta sea la herramienta para llegar a obtener soluciones.
2. La pésima reglamentación existente
Este punto es muy parecido al primero. Lo he querido poner aparte para enfocar algo particular. Si habíamos dicho que los consultores ambientales eran especialistas del copy-paste de estudios ambientales, la legislación ambiental y de recursos hídricos vigente es un monumento al copy-paste de otros reglamentos y sin ningún fundamento.
Otra cosa que afecta mucho la reglamentación, es la utilidad de los datos y permisos requeridos. Se requieren 3 licencias para tener un pozo funcionando. Las empresas terminan de presentar un informe, y ya tienen que estar pidiendo otro. La legislación de efluentes te obliga siempre a descargar agua de cierta calidad, que puede ser mucho mayor a la del cuerpo receptor y no hay forma de encontrar otra solución ya que "la ley es la ley", y hasta que no se revise el reglamento aguanta si puedes.
Con el respeto que se merecen muchos de los reguladores, con el respeto que se merecen muchos de los ingenieros y empleados. Los permisos ambientales, piden datos que no vienen al caso, tienes que demostrar todo, no hay presunción de inocencia, te piden lo mismo en varias partes y al último, es más completar los requisitos que ver y evaluar si el uso que estás proponiendo del agua va a ser sostenible.
3. El funcionario espóntaneo
Parafraseando a Putin, nosotros no somos la reserva moral del mundo. No vamos a hablar de valores, ni juzgar a alguien; como verán en el artículo analizamos el estatus quo de las cosas porque eso es lo que nos interesa. Respetamos mucho a quien nos lee, por eso es que no escribimos chismes de barrio.
Volviendo al punto, una práctica que fomenta la corrupción es dualidad de los funcionarios reguladores en recursos hídricos y medio ambiente que resultan son reguladores de día y consultores de noche. Es decir, que combinan su trabajo público con asesorías particulares. Entonces, se presentan pero luego te dan una tarjeta donde los puedes contratar; eso es jugar a ser juez y parte.
Nosotros somos principales defensores de la carrera pública de los profesionales en recursos hídricos y medio ambiente, pero queremos verlos como lo que son, reguladores, legisladores, y evaluadores.
4. El amigo de todos
Cada gobierno tiene su ecosistema, y cada comunidad tiene su dirigente. Hay muchos que te venden su amistad para que las leyes te miren con mejor cara. Algunos tienen mas llegada con los ministros, otros te pueden ayudar con un permiso, y los últimos te ayudan con las comunidades.
El favoritismo, el tráfico de influencias, el amarre que puede ser tanto con los reguladores, como con las comunidades es nefasto para que la gestión sostenible llegue a darse.
5. El incumplimiento de plazos
Una consecuencia de la gran cantidad de permisos y de la gran cantidad de requisitos por permisos es que las agencias tienen mucha carga laboral, tienen pocos profesionales y no cumplen con los procedimientos administrativos estipulados. Si eres un usuario, y ves que tu trámite no avanza, entonces estás más que dispuesto a "ayudar" para acelerar las cosas.
6. La empresas de infraestructura hídrica
Empresas transnacionales saben que para vender productos y ganar licitaciones, tienen que tener ayuda del poder político de turno. Los proyectos de infraestructura hídrica requieren de cierto presupuesto, que por su magnitud, incluye el soborno a una serie de oficiales, reguladores entre otros.
Lamentablemente no vemos como la sociedad civil puede hacer frente a esto, como podemos tender a llegar a un mejor control de nuestros recursos, y como los proyectos estén enfocados en mejorar la calidad de las personas, en lugar de obtener un mayor soborno.
Vivimos en una sociedad con líderes más interesados en blanquear su dinero y no pagar impuestos que en preservar nuestros recursos hídricos y medio ambiente. Los planes nacionales en recursos hídricos son muy generales y son realizados por funcionarios de turno, donde en realidad compete ser hechos por una plana mayor en función de un lineamiento nacional. La gestión ambiental es igual de variopinta, que deambula entre lo utópico, lo inaplicable y lo contaminado.
Dijieron alguna vez que la carrera pública es muy ingrata y que las personas no sabrán el esfuerzo que pusieron muchos funcionarios en construir puentes, carreteras, represas y canales. Desde ya saludamos al funcionario publico en recursos hídricos y medioambiente honesto, y no le prometemos que el futuro le sea fácil, pero si le decimos que compartimos sus sueños y que una parte de nuestro corazón está con ellos por difíciles que sean los momentos.
Que tengan un buen día
Saul Montoya