Las personas que se dedican a la gestión ambiental, y en particular a los que se dedican a las evaluaciones ambientales han dedicado un gran número de horas y esfuerzo en la construcción de instrumentos ambientales y en la evaluación del impacto de los proyectos sobre el ecosistema. Si bien los profesionales de este rubro tienen una motivación particular por generar un mundo mejor, también son personas que tienen que cumplir obligaciones, pagar colegios, cumplir hipotecas entre otras cosas.
Es allí, en la vorágine del trabajo día a día, de la rutina de las reuniones y los correos donde me puse a pensar que nos habíamos preocupado mucho por el medio ambiente, pero poco nos habíamos dedicado a generar buenos puestos de trabajo y buenas condiciones laborales para los consultores ambientales. Y eso deja abierta una pregunta: podemos cuidar el medio ambiente si no nos preocupamos por el profesional que dedica su esfuerzo a este fin? Servirán nuestros esfuerzos por preservar un mejor lugar sino hemos podido cumplir con los derechos logrados por nosotros?
Y es que el trabajo de los consultores ambientales está plagado (en opinión del autor) de pobres condiciones laborales por una serie de factores que describiremos a continuación.
Una vida dedicada a la eventualidad
En nuestra historia civil reciente hemos visto muchas mejoras pero las condiciones de los profesionales ambientales no han tenido mucha fortuna en esta época de cambios. Derechos ganados como la jornada de las ocho horas, las vacaciones y estabilidad laboral son cada vez mas escasas y lejanas del mundo de la consultoría. Las consultoras no toman personal estable porque no tienen certeza de tener suficiente trabajo en el futuro, y se ven obligada a tomar todos los proyectos posibles en lugar de todos los proyectos que puedan llevar, esto conlleva a tener una mayor carga laboral y al empleo de trabajadores eventuales.
Hubieron épocas mejores
En Perú, el la época del boom minero 2008 - 2012 las consultoras ambientales tuvieron un crecimiento importante llegando a tener cientos de empleados, varios proyectos grandes y una demanda de profesionales calificados. Esto se debió a los excelentes precios de los metales que generaban nuevos proyectos mineros, que generaban una serie de evaluaciones ambientales. Pero una vez los precios cayeron, la demanda de consultorías bajaron, los precios bajaron, la competencia aumentó, y también los clientes se volvieron más cautos con los gastos. Todo esto condujo a un reordenamiento de la consultoria con condiciones austeras y duras con los profesionales.
Las compañías tuvieron que transformarse, reorganizarse, despedir gente y pelear duro por tener proyectos. Y lo que fue un boom minero trajo luego una hecatombe profesional para los consultores.
Analizando el problema de fondo: La licitación
Un proceso que aparece en los sistemas integrados de gestión, que busca la transparencia y la meritocracia de la prestación de servicios es también la principal causa del deterioro de las condiciones laborales de los consultores. Los motivos son varios, aqui mencionamos algunos:
- Participar en licitaciones, no significa ganar las licitaciones. Puedes pasar semanas haciendo propuestas, pero no ganar ninguna. Y así como el agricultor que no lo logra una buena cosecha se desfinancia para la próxima siembra, el consultor que no gana las licitaciones se queda sin recursos para subsistier. Incluso consideramos que los clientes tendrían que pagar la elaboración de propuestas para una terna de postores.
- Los términos de referencia de las licitaciones son completamente arbitrarios. En una licitación te pueden pedir experiencia en 10 proyectos que digan específicamente "modelamiento numérico" y tienes que pasar horas en modificar tu curriculum para que se adapte a la licitación teniendo en consideración que nada de eso aporta a una buena calidad del producto.
- El cliente no toma el servicio. Solo las licitaciones convocadas por el sector público tienen garantizada el financiamiento, en el sector privado los procesos de licitación se pueden caer de la noche a la mañana por cancelación del proyecto, reorganización, entre otros.
Algunas prácticas poco saludables
Existen algunas reglas urbanas en nuestra gestión ambiental, que se han convertido en costumbre, pero que no ocultan su lado emergente. Dentro de estos hábitos tan poco saludables encontramos:
- Todos es para ayer. Esto quiere decir que la propuesta la quieren ya, que el mapa lo quieren inmediatamente, que el reporte ya lo tienes que entregar antes que hayas empezado a escribirlo. En que civilización estamos dejando que esto pase? Cuando dejamos que los consultores fuésemos tratados así? La buena calidad de un producto implica un tiempo en su elaboración y un consultor responsable sabe identificar el tiempo que toma realizar los análisis requeridos y también los datos necesarios; si esas condiciones no se cumplen, por seguro que el trabajo que se realice será deficiente.
- Miles de emails. Alguien se puso a pensar en que los emails era un buen medio para gestionar un proyecto? Se pueden hacer seguimiento de avance de proyectos por email? Los emails forman parte de un sistema de gestión de calidad? Son buenas preguntas a plantearse. Los email son inefectivos para gestionar y supervisar proyectos y es lo que más hacemos.
- Reunión para todo. Creo que esto también viene de la costumbre o los sistemas integrados de gestión, la cosa es que nos reunimos por todo, y para todo. Estas reuniones no llevan a nada. Debemos replantear las reuniones, y estipular que es lo que se va a discutir, si se tienen todos los datos para tener la reunión, si los fines de la reunión están definidos y sobretodo que la reunion no dure más de 30 minutos.
A todos los seguidores de todos los países que hablan español, estamos muy contentos de proveerles artículos, tutoriales y demás información útil en recursos hídricos. Nosotros confiamos en las personas y creemos que podemos mejorar sustancialmente la manera que hacemos las cosas si nos replanteamos las cosas siquiera un poco. Esperamos que lo escrito haya dado nuevas perspectivas para tener una gestión ambiental que aporte a un mundo de cambios.