Fuente original: The Water Network
En la actualidad solo el 20% del agua residual mundial pasa por un tratamiento y como resultado los países de bajos ingresos tienen suministros de aguas contaminadas y más enfermedades, según un informe de la ONU que busca conseguir que el agua residual tratada sea un recurso valioso, y una prioridad para la Agenda de Desarrollo post 2015.
Se estima que el crecimiento de la población se duplique en las próximas cinco décadas, y los países de bajos ingresos solo poseen 8% de la capacidad necesaria para tratar el agua residual con efectividad. “Gestión de Aguas Residuales, Un informe analítico de la ONU-Agua”, realizado por la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ONU-Habitat, en nombre de ONU-Agua. El informe describe el daño causado a los ecosistemas y biodiversidad como “nefasto” y nos advierte de la amenaza que será el agua residual para la salud humana, actividades económicas, y seguridad del agua si no hacemos nada al respecto.
El director de ONU-Agua, Michel Jarraud dijo: “El agua residual ha sido parte importante de las discusiones de la Agenda de Desarrollo post 2015. Los países reconocen que el desarrollo económico y sostenible debe incluir los recursos hídricos, aguas residuales y calidad del agua. Esta publicación contribuye a las discusiones actuales y probablemente servirá para informar a los legisladores”.
“La gestión de aguas residuales ha sido descuidado en el apuro de comercializar la producción de agua potable, una situación que empeora debido a un sistema de gestión del agua dividido, y al uso de diferentes tecnologías que son diseñados por separado y muy modernos para los sistemas ya existentes”, sostiene Achim Steiner, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo de PNUMA.
“Alrededor de 70% de los desechos industriales en los países en desarrollo no son tratados. Y la eutrofización causada por las aguas residuales y escorrentía de la agricultura, según estimaciones recientes, ha reducido la biodiversidad en ríos, lagos y humedales a nivel mundial en un tercio”.
“Es tiempo de convertir este desafío para el ambiente y la salud en una oportunidad. La agricultura es responsable del 70% del retiro de agua mundial, pero la irrigación con aguas residuales reutilizadas en la agricultura está aumentando, y se emplea para irrigar de 20 a 45 millones de hectáreas a nivel mundial. Esta es solo una fracción de lo que se puede hacer si las normas y tecnología se unen para asegurar que las aguas residuales y calidad del agua se integren por completo como parte del proceso de la Agenda de Desarrollo post 2015”, agregó.
Joan Clos, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo de ONU-Habitat dijo: “Para que sea un éxito sostenible, la gestión de aguas residuales debe ser una parte integral de los factores principales de la planificación urbana y legislación para crear ciudades más productivas, saludables y habitables. La próxima Conferencia de la ONU sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, Hábitat III, será la oportunidad para recalcar la importancia de una gestión efectiva de aguas residuales y destacar el papel de las aguas residuales en la nueva agenda urbana”.
María Neira, directora de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, puso énfasis en como el uso de aguas residuales informal y sin precauciones puede poner en riesgo la salud de agricultores, comunidades y consumidores. Con la creciente escasez de agua, una buena gestión de riesgo basada en la salud debe aplicarse progresivamente para salvaguardar la salud mientras aumenta la productividad de la agricultura. El sector de salud tiene un papel importante en coordinar y guiar esfuerzos.
África es seriamente afectada por el problema de aguas residuales sin tratar. De los miles de personas que mueren cada día de enfermedades que podrían ser prevenidas con mejor agua y saneamiento, una cifra significante proviene de África. Según el Informe de África sobre Agua y Saneamiento de 2014, más de 547 millones de africanos no poseen acceso a servicios de saneamiento básicos, una situación que, debido a las enfermedades, muertes prematuras y absentismo escolar le cuesta millones en pérdidas para el producto interno bruto de África, incluyendo USD 347 millones tan solo en Kenia, o 0.9% del PIB, según la Iniciativa de la Economía del Saneamiento.
El informe de la ONU brinda muchos ejemplos de soluciones de bajo costo y tecnología que ahora están disponibles en países de bajos recursos, donde la infraestructura para mantener sistemas de tratamiento de aguas centralizados es deficiente.
Por ejemplo, en África en el 2010 en Kibera (Nairobi), el barrio más pobre, se comenzó a emplear inodoros biodegradables, personales, de un solo uso y auto-desinfectantes. Este producto se usa ahora diariamente por 2 000 personas que viven en Kibera, así como por 18 estudiantes que pueden emplearlo gracias a un programa escolar especial. El producto descompone la orina y heces para crear amoníaco que desactiva los microorganismos. Los inodoros usan una bolsa sin olor al menos por 24 horas y su contenido es completamente saneado en solo cuatro semanas. Las bolsas se venden a la comunidad por medio de quioscos o empresarios, y son devueltas por microempresarias donde se realiza un reembolso parcial por bolsa. El fertilizante utilizado en forma directa, con las bolsas de aseo enterradas en el suelo y los cultivos que crecen alrededor, ha demostrado ser muy eficaz.
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Fuente: UNEP