Para lograr sistemas sólidos de gestión en cuencas es necesario tener el respaldo y comunicación directa con los niveles superiores del gobierno, ya que es clave al momento de establecer un marco legal, institucional y de estructuras en gestión. Además de obtener la voluntad política, es importante involucrar a los interesados o a quienes estarían siendo afectados por las decisiones relacionadas con los recursos hídricos. Asimismo, la información debe ser difundida libremente.
En algunos casos se puede constituir tribunales que examinen problemas especiales, dicten sentencia y resuelvan problemas entre países, estados, provincias o usuarios del agua. Al momento en que las leyes y políticas sobre el agua especifiquen los papeles, tareas y la responsabilidad de los sectores públicos y privados; se creará el marco para su gestión, identificando las funciones, estructura y el financiamiento de los organismos, se especificarán los roles y jurisdicciones en materia de gestión, se garantizarán la equidad y responsabilidad en la toma de decisiones, con esto se evitará la fragmentación y la superposición de responsabilidades. Por último. la aplicación de leyes y políticas especificarán los procesos de regulación y aplicación en lo relativo a compartir el agua, mitigar su contaminación, proteger los ecosistemas o luchar contra peligros naturales y la determinación de los derechos sobre el agua [1].
El marco para la gestión del agua está compuesto por el entorno facilitador, las instituciones y los mecanismos de gestión. Sin embargo, no siempre están presentes todos estos elementos, por lo que es importante comprender el marco de gestión en el cual se toman las decisiones sobre el recurso a nivel nacional o internacional.
En caso de que el marco para la gestión del agua se encuentre débil o carezca de algún elemento, se puede inventariar el estado de los recursos hídricos en los ecosistemas, evaluar necesidades y prioridades, inventariar los actores involucrados, compartir el conocimiento, alentar el diálogo entre las partes interesadas, entre otras medidas. Otra área en la gestión de cuencas son los acuerdos internacionales, ateniéndose a estos acuerdos. No obstante, a veces es posible progresar considerablemente en los acuerdos de uso compartido del agua y en las buenas prácticas sin suscribir acuerdos formales. El abordaje legal sólo es posible cuando están dadas las condiciones, que deberán ser aportadas por el progreso político [1].
Referencias
1. GWP e INBO (2009). Manual para la gestión integrada de recursos hídricos en cuencas.