La gestión integrada de recursos hídricos (GIRH) es un proceso que promueve el desarrollo y gestión coordinados del agua, la tierra y los recursos asociados, para maximizar el resultante bienestar económico y social de manera equitativa sin comprometer la sostenibilidad de ecosistemas vitales.
Para la gestión de cuencas en primer lugar se debe definir los objetivos generales de las políticas vigentes, luego, se especifica los problemas de la gestión del agua a resolver haciendo una lista de estrategias que son evaluadas, seleccionadas e implementadas. A continuación, se evalúan los resultados y revisa el plan para su mejora continua, así se puede administrar el agua en circunstancias cambiantes [1].
Como punto de partida para la gestión integrada de recursos hídricos se debe identificar puntos principales, a nivel local, a nivel de implementación y a nivel de políticas. Ello dependerá de la naturaleza de la cuenca a estudiar (si se encuentra dentro de uno o varios países, la escala de planificación y gestión, el grado de desarrollo del organismo de gestión de cuenca, el entorno social, económico, político e institucional) [1].
Un tema clave en la gestión integrada de recursos hídricos es entender la manera en que la administración de una cuenca se integra y relaciona con otros niveles administrativos (nacional, provincial, de distrito, comunitario); para evitar la duplicación o confusión de responsabilidades con otros organismos públicos. También, es fundamental contar con un marco legal que especifique los papeles y responsabilidades, derechos y obligaciones de las partes interesadas, los niveles de descentralización, y los procesos y medios para una buena gobernabilidad.
Referencias
1. GWP e INBO (2009). Manual para la gestión integrada de recursos hídricos en cuencas.
2. Hooper, B. P. (2005). Integrated River Basin Governance: Learning from International Experience. IWA Publishing, London, United Kingdom.